Seguramente ahora mismo estás buscando la mejor manera de invertir tu capital en un negocio rentable y lo menos riesgoso posible y si la orientación que buscas es la operativa en Bolsa, los CFD (Contracts for Difference) son instrumentos muy interesantes por cierto. Se trata de productos financieros derivados de las acciones, esos instrumentos que siempre suenan cuando hablamos de la Bolsa pero a diferencia de estas, los CFD tienen ciertas ventajas objetivas que lo vuelven una herramienta muy interesante, con la cual hacer buen dinero. Veamos cuáles son las más importantes.
En primer lugar, las compañías grandes que cotizan en Bolsa lo hacen por lo general en ambas posiciones, o sea con acciones y con CFD y los precios son bastante similares pero a la hora de decidirnos, las CFD llevan la delantera ya que entre otras cosas, se puede aprovechar el apalacamiento. Esta técnica que nos permite abrir posiciones por mayores capitales incluso si no contamos con ello es muy interesante en el Trading de acciones en Bolsa al beneficiarnos con movimientos pequeños en precios, entre apertura y cierre. En la práctica, obtendremos mayor rentabilidad que si operáramos con acciones directamente ya que con CFD necesitaremos menos capital para lograr las mismas ganancias.
A esto, debemos sumarle que los costes de operar con CFD son menores también desde el momento que no tendremos que pagar por custodia o mantenimiento como en el caso de los llamados activos subyacentes. Aún hoy contamos con mayores ventajas respecto a las comisiones que nos cobran los brókers al haber bajado las tasas de interés, como consecuencia el coste de financiación que estos tienen, disminuye sensiblemente. En resumen estos intereses, el % del valor de la posición que nos cobran por el financiamiento del apalancamiento y el costo de los Spreads son lo únicos costes que deberemos asumir.